El dinero no da la felicidad, pero bien que ayuda.
O ¿no? En el emprendimiento no todo es ganar, en ocasiones una pérdida nos brinda la oportunidad de crecer, de ver las cosas diferentes, no todo es dinero, no todo se puede capitalizar, no hay un banco que de intereses a nuestras experiencias, ni tampoco podemos acumular en una cuenta bancaria en el sin número de personas que han estado en el recorrido, nuestros sueños y proyectos no se pueden medir en monedas, lo que hacemos a diario, con esa pasión que nos motiva a seguir, adelante, vale mucho y es mucho, mucho más que simples billetes.
Respira, inhala y exhala, respira, toma aire, que esto también pasará, y mientras respiras piensa, medita, no en el por qué, sino en el para que sucedió, porque todo pasa por algo, y ese algo siempre es para crecer. Respira....
Al ver cumplir los sueños de otros, envidia de que ellos no se detiene y nunca desfallecen, pero te da envidia el éxito pero no el sacrificio, porque nadie envidia la chinga, las muchas horas trabajando, o quizá entrenando, no se envidia el sacrificio sino el resultado y lo triste es que el que envidia pierde tiempo y energía, volteado ver a otros que muy probable también envidien, los logros de otros locos.
No me des likes, no te quiero de amigo de mis redes sociales, se mi pareja, mi familiar, mi amigo o ese buen compañero de trabajo, no veas mis historias, se parte de ellas, ayúdame a construirlas, a disfrutarlas, pero por favor no me sigas, se real y conviértete en ese hermano que me aplaude, que me apoya y que en todo momento esta a mi lado, no necesito tus emojis, tus caritas y tus reacciones, necesito un apoyo cuando me caigo, una risa cuando me divierto y un fuerte abrazo, porque te quiero.
Tal vez no, quizá todavía te falte mucho para llenar las expectativas de los demás, porque mucha gente pide a gritos que seamos de una forma u otra, en la infancia los padres depositan grandes sueños en nosotros, pasa el tiempo y esto ocurre con los amigos, la pareja y hasta nuestros hijos, hay momentos en que llevamos un rumbo definido por nuestros jefes o por la sociedad en que vivimos, pero que sucede si no cumplimos esas expectativas?, qué tal si les fallamos?, porque fallarles a ellos es quizá no fallarnos a nosotros mismos, y tal vez ser ese alguien que todos esperan nos aleja en gran medida de ser ese alguien que nosotros anhelamos ser, se que aún...
