A ti por todo lo que tuve que vivir, te culpo por no estar, por abandonar, por amargar, te culpo por el tiempo en que te he necesitado, te culpo por todo el dolor, por todo el coraje, te culpo por mis depresiones, llantos y sin sabores, te culpo por mi pasado y sobre todo por haberme atado, te culpo por no amarme, por no apoyarme, por solo dejarme, te culpo por hacerme sentir basura, por no cuidarme, por haberme tirado al piso, pero también te culpo por haber inspirado mi fuerza, te culpo por ser mi motor, te culpo porque el coraje se convirtió en mi carruaje, porque tu culpa ha sido mi ruta y porque lo no vivido...
Porque tanto nos ha forjado ese pasado en mal estado, y es que no se si vivir sin traumas sea el camino más sencillo, porque las carencias, las ganas de huir y hasta el desprecio de la vida nos han convertido en lo que somos sin olvidar lo que fuimos, personas que una vez estuvimos vacías, llenas de miedos y falsamente atados a expectativas de otros, el hambre y la necesidad nos han forjado, con dolor, con lágrimas pero sobretodo con ilusión, de que un día las cosas no serían tan oscuras y que nuestro todo podría ser un camino alcanzable, hoy somos chingones, con un pasado de mierda, que por momentos huele y claro que aún duele, pero ya...
Los chingones madrugan, se adelantan, se anticipan, viven sus sueños mientras otros permanecen dormidos, pero es que un día tan solo tiene 24 horas y hay que aprovecharlas, vivirlas y exprimirlas al máximo, no desperdicies tu recurso más valioso, soñar si cuesta y mucho, pero ese costo se reduce con la disciplina de amanecer temprano y tener más tiempo para construir todos tus sueños.
